jueves, diciembre 29, 2005

Solo un bello juego

Construí un castillo de naipes y decidí vivir en él. Yo sería el rey blanco de mi reino de escaques, y, junto a mí, mi reina blanca, mis alfiles y caballeros, mi ejército. Le lanzaría un órdago a la vida y capturaría sus fichas rodeándolas, ganando nuevo terreno, siempre adelante.

No lo pensé al principio, mi técnica era la lógica, pero la lógica no siempre vence a los azares de una vida. Y perdí algunas jugadas. Algunas fichas cayeron y ahora están fuera del tablero. Son puntos que me ha robado y que no puedo olvidar. Querría tenerlos de vuelta, pero la partida sigue y este extraño juego no acaba.

Sin embargo voy ganando. Cuando el último turno halla sido jugado, la última pieza colocada, cuando haga recuento de todo ese movimiento sobre el tablero, si la vida no me da jaque mate antes de llegar al final, entonces habré ganado.

sábado, noviembre 12, 2005

No, no hablo de...

Érase que se era un excelso soberano cuyo soberbio sino significaría sueños, cuya esencia y destino perdurarían siglos. Sería marco y ejemplo, espejo de caballería.

Y érase asimismo un tranquilo hechicero, versado en saberes, tanto sublimes como sombríos, poderoso y, sin embargo, apasionado. Sabio entre sabios, era un soñador.

Cada uno tuvo su historia, y ambas fueron en realidad una. Pues cuando poder y honor, saber y amor se unen, surge la leyenda.

No, no hablo de Arturo, no hablo de Merlín. No. Hablo de mí. Y de ti.

domingo, octubre 23, 2005

Porque habré de morir

Algún día ya no podré leer más. Algún día no podré ver más a la gente que quiero, no podré reír con bromas estúpidas, no podré viajar a ningún lugar al que no haya ido. Algún día no podré seguir buscando el hechizo, la palabra, la metáfora, la inflexión. Algún día mi sueño desaparecerá. Algún día moriré.

Por eso quiero que la gente sepa. No quiero que la gente piense en lo que yo hubiera deseado. No, no quiero. No quiero que los que me son cercanos se entristezcan, ni que lloren, no quiero que no sepan qué hacer con los recuerdos de mí que les queden. Por eso.

Cuando muera, aquellos que me quieran que hablen sobre mí. No alabanzas, no olvidándose de mis defectos. No, yo. Quiero que digan quién fui para ellos. Quiero discursos graciosos, no tristes. Quiero risas en mi velatorio, quiero vida que parte de mí y se expande, no muerte en las almas que amo.

Habré de ser incinerado y mis cenizas expandidas por el aire, la mitad en el mar, la mitad en los campos verdes, pues seré semilla de vida.

Quiero ser lanzado a los vientos mientras subo una "Escalera Hacia el Cielo" y estoy "Llamando a Las Puertas del Paraíso". Quiero que mi muerte sea el final de una vida, donde lo importante de la frase no sea "final", sino "vida".

Eso habrá de bastar. Puede que haya lágrimas, a menudo las hay. Pero quiero ser recordado por la vida que viví. Quiero saber que hice lo que debía, que mi camino sirvió de algo. Por eso, por eso, que recuerden vivir por mí, que recuerden que el camino del cielo no es temer el camino del infierno, sino decidir no recorrerlo. Así, harán honor.

jueves, octubre 13, 2005

Consejos Para Políticas Correctas

La universidad, perdida en el campo en mitad de la nada. ¿Transporte público? ¿Qué es eso? Si la universidad es para que vayan las vacas y las ovejas.

La policía, cuestionada hasta puntos de no poder perseguir a los criminales por no poder exceder el límite de velocidad.

La prensa rosa, pisando a la amarilla. La amarilla vapuleando a la prensa de verdad.

Habiendo, por fin, comprendido el método por el que se hacen las cosas en este país, me gustaría plantear algunas sugerencias para aquellos que quieran dedicarse a la política. Eso sí, correctamente. Siempre políticamente correctos.

- Eliminar todos los hospitales de Vizcaya para montar un gran hospital general en mitad de un bosque. Con el camino sin señalizar. Ni asfaltar. Y rodeado de un campo de minas.

Nótese el orden. Primero eliminar todos los hospitales y luego empezar a construir. Puede incluso detenerse dos o tres veces la obra para derribar lo construido y volver a empezar.

-Siguiendo con la política de badenes que tan buenos resultados da (preguntad si no a los servicios de urgencia lo bien que se lo pasan y lo útiles que son), llevarlo más lejos todavía: establecer en las carreteras principales puertos de primera y segunda categoría. Por supuesto, en la del hospital anteriormente mencionado también, claro.

-Adaptar los horarios de atención al público a los horarios deseados por la ciudadanía, para que no coincidan ni de coña. Por ejemplo, de tres a tres y cuarto de la madrugada, los martes y jueves en que haya eclipse de sol y lluevan ranas. Urgencias del hospital se adaptará también a este horario, que los médicos, al fin y al cabo, son funcionarios.

-Siguiendo con la idea de hacer puentes inútiles y peligrosos (de suelo de cristal que se hiela cuando hace frío y con barandillas de alambres), construir puentes con hielo pulido sujeto por barras de hierro herrumbroso. Poner uno a la entrada de urgencias del hospital aunque no haga falta, así se asegura la constante labor de médicos y enfermeras.

-Hacer peatonales carreteras nacionales, autopistas y autovías. Y, por supuesto, los cuarenta kilómetros de carretera que llevan hasta el hospital.

-Organizar el torneo mundial de carreras de sacos en la Gran Vía. Cerrar esta al público tres meses antes para adaptarla. Al hospital, simplemente, que le den por saco.

-Mandar tropas a países al azar. Retirarlas sin causa alguna.

-Dar ametralladoras a los médicos y mandarlos de vacaciones a zonas de guerra. Ya están acostumbrados, será un descanso para ellos. Allí, al menos podrán defenderse.

-Traer a los Rolling Stones. Despeñarlos por un barranco.

-Vestir a los policías con tutú y ponerles nariz de payaso. Ya que se les obliga a que no sirvan de nada, por lo menos que sean divertidos.

-Provocan adicción, te dejas la pasta, son malas, te destrozan la vida, hay un montón de muertes por su culpa. Muchos amigos tuyos las usan, pero tú no, porque sabes el mal que causan. Ilegalicemos a las mujeres.

-Pena de muerte a los suicidas (tiene gracia, pero hay en sitios en que esta ley funciona).

-Legalización. Queremos que nos dejen cagarnos en la puerta de casa de los políticos. Ya que nos dan por culo, que se ensucien los zapatos.

Con medidas como estas que, viendo como va la cosa, tarde o temprano se tomarán, lograremos el claro objetivo de este país, que se viene persiguiendo desde hacer décadas: ser los más gilipollas del planeta. Ya estamos cerca.

jueves, septiembre 29, 2005

Costumbre antijaponesa

Qué bonito es juzgar sin tener ni idea. Todo lo que es diferente es malo.

Sigo escuchando a gente que dice que el cómic japonés solo es violencia y sexo, pero, claro, no leen cómic. Son los que siguen usando la palabra tebeo despreciativamente, aquellos que hablan de volver a Heidi y Marco (extrañamente, ambos japoneses) y que piensan en Mortadelo y Filemón si les hablas de viñetas.

Sigo escuchando a gente que dice que el manga no tiene calidad gráfica, y que sus historias son absurdas, pero, claro, no quieren ver la expresividad, la enorme capacidad de representación que proporcionan esos estilos de dibujo (sí, hay más de uno y más de mil estilos en el manga, ¿qué creias, que solo eran ojos grandes?), no se fijan en las enormes diferencias culturales que nos separan y sin cuya comprensión lo normal es que no sepas de qué te hablan, las enormes diferencias idiomáticas, la carencia de traductores en condiciones del japonés (sigo queriendo LEER Nausicä, porque en la edición que se hizo aquí me gustó mucho el dibujo y estoy seguro que la historia, en realidad, era buena).

¿Pero a quién le importan los detalles? ¿Que Japón es uno de los países con una tasa de delincuencia más baja del mundo? ¿Que es uno de los países con un sentido del honor (recordemos que honor es muy parecido a ética) más estricto? ¿Y leen esos cómics hasta los más altos funcionarios y ejecutivos? Es cierto, debe de ser pernicioso para provocar que ese pequeño país sea uno de los más poderosos mundialmente, mientras nosotros, que nos mantenemos serios frente a ese tipo de locuras, no somos nada. Pero, si eso es ser un desviado social, cuando tenga un hijo quiero que sea un sociópata.

Triste, muy triste. Y nos consideramos civilizados.


domingo, septiembre 04, 2005

Sobre el Desarrollo de Personajes

Sobre el desarrollo de personajes se puede decir mucho, pero hoy abordaré una idea absolutamente básica: no existe lo que se conoce como personaje “real”.

Cuando desarrollamos un personaje le dotamos de motivaciones, lo cual nos da una manera objetiva lógica de explicar los sucesos y actos de este personaje. Sin motivaciones no tramaríamos un personaje creíble, y, por tanto, el desarrollo sería deficiente. Incluso cuando se habla desde el punto de vista de un personaje siempre se parte de la objetividad para lograr la subjetividad relativa de dicho personaje. De esa manera, podemos explicar los actos de cada personaje de manera estructural: es cobarde y huye, es valiente y lucha.

Sin embargo, en la realidad los seres humanos no tienen motivaciones claras, o, siendo precisos, tienen tal cantidad de motivaciones entremezclándose que no es posible estar seguro de la reacción de alguien a priori. Dicho de otro modo, no se puede saber cual será la respuesta porque no estaremos seguros de la motivación dominante, puesto que no existe, o, en caso de existir, es inabarcable para la mente.

Lo que se conoce como personaje real debería conocerse en realidad como personaje complejo. Un personaje con motivaciones lo suficientemente obvias para ser entendidas, pero tan ramificadas, tan distintas o tan variadas que supongan un reto a la mente del lector.

De esta manera, un personaje con una única motivación es muy simplista, y solo podrá ser usado de manera tan poco desarrollada en relatos de corta extensión o en papeles muy secundarios (o en libros para niños), sin embargo un personaje con una variedad de motivaciones amplia (como Tyrion Lannister) tenderá a convertirse en un personaje “real”.

A pesar de lo expuesto, hay que tener cuidado, puesto que cuantas más motivaciones tenga un personaje, tanto más lioso resultará, y más posibilidades hay de que la gente no lo entienda o considere que es un personaje sin sentido. Por este motivo hay que medir bien el nivel intelectual de los que esperas sean tus lectores, y actuar en consecuencia, adaptando la complejidad a un punto que a sus mentes suponga un esfuerzo, pero no un imposible.

Por supuesto, como ya he comentado anteriormente, está el tema de la objetividad. Al fin y al cabo un escritor es dios en sus escritos y dios es amoral (pues utilizo aquí la palabra dios en el sentido natural), son los seres humanos los que desarrollan moralidad. Igualmente, el escritor habría de desarrollar una manera de abstraerse de la moral (absolutamente imposible en personas cuerdas) para crear credibilidad, y, aún logrando esto, no sería suficiente, puesto que habría de conseguir dotar de moral creíble a sus personajes estando él absolutamente al margen, algo imposible de lograr para ser humano alguno.

Por este motivo afirmo que todo escritor debe partir de la base de que no puede crear un ser humano, no puede darle realismo total a personaje alguno, pues eso significaría crear personajes estúpidos y sin sentido. De esta manera, el escritor habrá de crear personajes complejos, incluso oscuros, pero siempre comprensibles.

miércoles, agosto 31, 2005

Querido Friki

Nacer, crecer, reproducirse y morir. Ese es el ciclo de la vida. Y por ello, así demostraré que un friki no es un ser vivo.

Los frikis no nacen, se hacen. Para ser exactos, existe una máquina (una solo en todo el mundo) que los fabrica en serie o en paralelo.

Los frikis son todos una pandilla de infantiles, así que, de crecer, poco. Después, claro, acaban siendo la escoria de la sociedad. Claro. Inadaptados.

¿Reproducirse? Jajajajajajajajaja ¿Sabes que para eso hay que acercarse a las mujeres?

Y, por supuesto, morir no mueren. Ya se sabe, mala hierba...

Así que mi consejo es: no seáis frikis, haced como yo, que nací en Qualinesti fruto de la violación de una elfa por un guerrero humano, crecí en la escuela de batalla, aprendiendo a luchar contra los insectores, le preguntaré al señor Frodo el nombre de mi primera hija y cuando la Muerte venga a llevarme y me diga “¿NOS VAMOS?” haré un trato con ella para ser su criado y cuidar a su caballo Binky.

¿Friki yo? Noooooooooo...

viernes, julio 29, 2005

Carta a Ella

Supongo que en algún momento te hice algún mal.

No sé qué pudo ser. Me enfadé cuando supe algunas cosas, pero no por eso te odié. Me dolió que pasaras de mí como amigo, y no por eso te odié. Cuando otros te atacaron, yo te defendí. Sé mucho, demasiado, y, a pesar de eso, te defendí. Porque, a pesar de todo, hubo un tiempo en que te quería. Y eso no se olvida fácilmente. Al menos yo no.

Poco más puedo añadir. Poco te importará que te mande esto, poco te importará que ahora ya a mí tampoco me importe lo que pudiera salvarse. Mientras yo intentaba salvarlo, tú, a traición, lo asesinabas.

¿Sabes qué me ha sentado peor? Que no te atrevieras a decírmelo. Siempre fui bueno contigo, y justo fui siempre con todos. Y no te atreviste a decirme lo que pensabas.

Tus amigos son divertidos. Parece que necesitan mirar a los demás y sentirse falsamente superiores. Solo las ratas humanas lo necesitan. Una pena, sobre todo teniendo en cuenta que tampoco recuerdo haber sido falso o malvado con ninguno de ellos. No pasa nada, al fin y al cabo, tampoco son nada.

Sabes bien a qué viene esto. No ofendas ni tu intelecto ni el mío negándolo, sabes que no vas a lograr nada. Pasa de este mail o ríete de él, me da igual, pero, por favor, contéstame a esta pregunta. ¿Qué te hice para que me odiaras?

Sísifo

Soy Sísifo. Fui el más astuto de los mortales, y ahora cargo con mi pena. Engañé a hombres y dioses, y ahora cargo con mi pena. Traicioné sin pararme a pensar más que en los beneficios, y ahora cargo con mi pena.

Mi castigo es terrible, cierto, pero terribles fueron también mis ofensas. Mi castigo no es conocido más que en metáfora, igual que en metáfora se conocen mis crímenes. Pues soy Sísifo, y fui el más astuto de los mortales.

Mentí, no dudé en utilizar mi carisma para hacer lo que sabía que no era justo. Hice todo lo que me beneficiaba, aunque los demás sufrieran por ello. O murieran, no me importaba. Pues soy Sísifo. No me importaba.

Traicioné a aquel que me había tendido tantas veces su mano, aquel que tanto me había dado. A quién le importaba. A mi no. No me importaba.

Engañé a la muerte por un tiempo, utilicé a mis seres cercanos, a los que me querían, para eludir mi justo castigo, terrible, cierto, igual que terribles fueron mis ofensas. Al fin y al cabo, soy Sísifo.

Al final no pude escapar más a lo que es justo. Incluso yo, Sísifo, el más astuto de los mortales, cargo ahora con mi pena. Terrible, cierto, igual que justa.

Cada vez que estoy a punto de conseguir lo que deseo, todo se viene abajo. Cada vez que llego al punto en el que creo que casi no puedo avanzar más, todo se viene abajo. Terrible, cierto, y no más que una metáfora.

Soy Sísifo, el que fue el más astuto de los mortales, y ahora cargo con mi pena, terrible, cierto, y justa. No me importa, se que terribles fueron mis ofensas. Vosotros sois mi castigo, y cada vez que estoy a punto de conseguir lo que deseo, todo se viene abajo. Vosotros sois mi castigo.

Soy Sísifo, y ahora cargo con mi pena.

Soy Sísifo. Soy Sísifo. Soy Sísifo.

miércoles, junio 29, 2005

Cosas Que Importan

He pensado mucho en esto. Este pensamiento me devora por dentro y deja mi cerebro seco como una pasa. Porque no me atrevo a pensarlo.

Pero la pregunta sigue ahí, y la respuesta... la respuesta se que está al alcance de la mano, pero no logro alcanzarla. Solo puedo lanzar hipótesis, desde lejos.

¿Qué es lo que nos proporciona identidad? ¿Qué es lo que hace que seamos nosotros? Decimos que un animal, una planta, un ser humano, es uno. ¿Qué diferencia hay entre estas relaciones y las que se tienen asimilando el concepto de grupo? ¿Porqué un lobo es uno a pesar de estar compuesto de muchas células, pero una manada son muchos lobos como entidades independientes?

Esta reflexión lleva a un curso de pensamiento muy extraño: la idea de definición de identidad es subjetiva, creada y no relacionada con la naturaleza real de las cosas, con la existencia real. Es, por decirlo así, un objeto mucho más real que la realidad en sí, solo encontrable en el mundo de las ideas platónico, pero perfecto y único y, por tanto, sin existencia.

Lo cual nos lleva a conclusiones inaceptables, como la no existencia del ser humano, ni siquiera del ser vivo, pues no son más que "situaciones relativas" de partículas, generalidades de rasgos comunes solo catalogables fuera del ámbito natural.

Puesto que esta situación, esta comprensión, no lleva a ningún sitio excepto al determinismo científico, y puesto que esta consideración, si fuera verdadera, no supone nada (pues nos dice que todo es nada, luego ella misma lo es) excepto una rotura irreparable en nosotros mismos, tomaremos el camino de pensamiento complementario. La identidad sí existe.

Esto solo prueba que tenemos la necesidad de pensar que existe, pero no prueba su existencia. Es un auténtico rompecabezas.

martes, junio 28, 2005

Alegato Contra el Fascismo

PUESTO QUE NO SE ME PERMITE CONTESTAR EN EL BLOG DE DETERMINADA PERSONA PORQUE SE ME BORRAN LOS MENSAJES (cosa que, por cierto, nadie hizo cuando ella entraba a poner insultos en los blogs de los demás) AQUÍ TENÉIS ESTO:

SU POST
A ver si es verdad que me dejáis en paz (hablo solo por mi, que el resto tiene boca y ordenador), que estoy mas que cansada de vosotros "superhéroes" y para empezar dejar de leer mi blog para tocar las pelotas (aunque siendo como sois lo veo difícil), como yo pase de leer los vuestros cuando me di cuenta real de que no me importáis (esto va solo y en exclusiva para el partido, no para los satélites... claro) y tienen que decirme terceras personas cuando me dedicáis entradas (aunque sean gratas sorpresas... gracias, aunque también tengo que decir que sobra totalmente) o habláis de algo ajeno a mi pero metiendo frases mías (todo mezclado, viva!!). A la única conclusión que llego es: Definitivamente el pegamento os da unos chutes increibles.

Rezo para que sea la ultima vez que tenga que dedicaros una sola línea mas o tengan que venirme a contar que seguís dando la matraca conmigo, que ya vale... cansinos.

MI RESPUESTA (la que fue borrada, tuve la premonición de que sería borrada y la guardé, fijate por dónde)

Gallifante de oro para "A ver si es verdad que me dejais en paz", porque es lo que te llevamos pidiendo meses y tú ni caso. Ahora, tú puedes decir lo que quieras, pero como respondamos entonces empiezan los problemas.

Nos llamas "superhéroes", solo porque tenemos moral y queremos que las cosas se hagan bien. Qué curioso.

Gallifante de platino para "dejar de leer mi blog para tocar las pelotas" (que, por cierto, se escribe dejad, es imperativo), porque todo esto empezó al leer tú el blog de Titxu. Pero claro, tú puedes leer su blog pero ella el tuyo no, dónde vamos a parar si no mantienes tus privilegios de noble.

Gallifante GIGANTE por "como yo pase de leer los vuestros cuando me di cuenta real de que no me importais" porque, o te importamos mucho o no entiendo que hacías leyendo el blog de Titxu. Aunque claro, nosotros no tenemos nada que decir de ti que no fueramos capaces de decirte a la cara. Tú no eres así de valiente.

Nos llamas partido político, qué curioso, yo a vosotros os llamo mafia siciliana.

Creo que se a que te refieres con lo de "me dedicais entradas (aunque sean gratas sorpresas...)". Pues esas entradas, que, por cierto, no habrías leído si no entraras en los blogs (vaya, ya estamos cazando mentiras de nuevo, ¿eh?) no eran sobre ti sino sobre como se sentían ellos. Así que no seas tan egocéntrica, cariño, y no te olvides que hay gente que no solo recuerda lo malo, nosotros también recordamos lo bueno que nos diste (cosa que no haces tú).

"Hablais de algo ajeno a mi pero metiendo frases mias". Vaya, es extraño pero mientes. Remito al blog de Titxu para comprobarlo.

"Definitivamente el pegamento os da unos chutes increhibles", definitivamente tienes razón, porque si no es por los chutes de pegamento no se entiende que seas capaz de poner tanta tontería, mentira y ataque junto. Y también es increhible que escribas increhible con h intercalada. Increíble.

"Rezo para que sea la ultima vez que tenga que dedicaros una sola linea mas o tengan que venirme a contar que seguis dando la matraca conmigo", por dios, solo pido que cumplas lo que pides. Si no vuelves a decir nada de nosotros, nosotros no diremos nada de ti. Al fin y al cabo, no eres nada. Cansina.

He eliminado las partes que hacen referencia a su segundo mensaje, pues no aportaban nada nuevo, ni su segundo mensaje ni lo que yo escribí sobre él.

Ahora decidme: ¿Qué he dicho tan terrible para que haya tenido que borrar mi mensaje? ¿Alguien puede señalarme UN SOLO ERROR?

lunes, junio 13, 2005

Porque tú lo vales

Prometí que este sería el siguiente mensaje, y aquí está.

No soy gay porque todo hombre es un cabrón en potencia. Todos somos o violentos, o mentirosos, o cobardes (estos "o" no son siempre disyuntivos, también pueden aplicarse como copulativos), y pocos hay a los que les suponga un problema renunciar a su código moral por un polvo. O incluso por menos (pocos se salvan, y muchas mujeres entran también en el saco, pero bueno). Una relación con alguien así es de masoquistas.

No soy gay porque el olor de los hombres me resulta levemente repulsivo. Y digo levemente por no decir muy repulsivo. Supongo que es por el contenido hormonal del olor corporal o algo de eso, pero por mucha colonia que se eche un tío, raramente no me resulta desagradable.

No soy gay porque jamás me he enamorado de ningún hombre. Es más, jamás me han siquiera excitado, ni de adolescente (lo afirmo con rotundidad porque yo, a diferencia de gran cantidad de "machitos", sí me planteé si me excitaban. Me di cuenta de que no). Es muy interesante que tanta gente considere que el jamás haberse planteado si eres gay o no es síntoma de virilidad. Es como decir que el jamás haber pensado en la ley de la gravedad significa que puedes volar. Es más, es como decir que negarse a hacer el test de alcoholemia significa que no has bebido.

Pero el motivo más importante, sin duda alguna es que no soy gay porque realmente no soy gay. Un oso no es un ornitorrinco por mucho que te empeñes. Y ojo, a mi también me gustan los ornitorrincos, eh, no era por ofender a nadie.

miércoles, junio 08, 2005

Porqué No Soy Gay o Elogio a lo Raro

Hay gente que piensa que soy homosexual. Quitando las posibles repercusiones positivas que tiene (y, por supuesto, de los que voy a aprovecharme si lo necesito; está claro que un rumor, sea el que sea, es aprovechable si sabes cómo usarlo. Y yo sé) y que la gente pensará que no existen desde el momento en que publico esto (sin darse cuenta que un rumor siempre es un rumor, aunque haya desmentidos; incluso más si hay desmentidos), no es algo que vaya a suponer ningún cambio, y, mucho menos, ningún problema. Lo siento por los que pretendían hacerme daño expandiendo ese rumor; lo único que hacéis es darme fuerza.

Explicaré porqué no os sirve de nada:

-Intentáis que parezca que miento y finjo. Pero con los que las mentiras les importan, lo único que hacéis metiéndome en una minoría es que me escuchen (algo que, si no fuera porque por vosotros piensan que soy gay, muchos no harían) y comprendan que mentís. Porque, cuando se me escucha, se comprende que no miento, y vosotros lo sabéis. De esa manera gano credibilidad. Con los que no les importan las mentiras, no pierdo nada, claro.

-Intentáis dañar a mi ego masculino. Pero cuando comprendes que el ego masculino es una falacia, no se te puede dañar por ese medio. Vamos, que me resulta hasta divertido.

-Intentáis hacer dudar de mi masculinidad a las mujeres. Como si eso me hiciera daño. Las mujeres se acercan con mayor facilidad a los gays porque los consideran más afines sentimentalmente. Después descubren que no soy gay, pero ya he ganado una amiga (vamos, si no tuviera novia, gracias a vosotros ligaría con total facilidad).

No, no me dañáis. Ciertamente, casi debería daros las gracias. Pero me duele. Me duele que gente a la que yo saqué la cara, gente por la que yo en su día peleé, gente que no leerá este post pero aunque lo leyera no se daría por aludida, intente hacerme daño, teniendo claro (porque lo saben) que lo hacen por pura maldad y sin ninguna base.

A veces estoy de acuerdo con Poe cuando habla de su "espíritu de la perversidad".

martes, mayo 31, 2005

El Hombre que No Tenía Nada

Siete y media de la mañana. El hombre que no tenía nada se dirigía a la parada del autobús para ir a la universidad como tantos otros días. Llegará tarde, como siempre. Parece como si ni una sola vez el jodido autobús hubiera llegado puntual.

El hombre que no tenía nada tenía novia, una buena chica que le quería y con la que no tenía problemas. O lo que es lo mismo, no tenía nada. No tenía el dolor de la soledad, no tenía la ira de una discusión, no tenía pasión de un momento ni fuego en las venas.

El autobús llegó tarde, como siempre. Como siempre, iba lleno. Como siempre un poco más lleno que el día anterior.

El hombre que no tenía nada tenía amigos. Buenos amigos. De esos que no te traicionan ni te mienten demasiado. O lo que es lo mismo, no tenía nada. No tenía el odio contra el mundo por no darle nada, ni tampoco tenía la calma de quien ha encontrado un amigo solo para él. No tenía momentos compartidos ni bromas con miradas.

Sentado en las escaleras del autobús. Al menos el día anterior había podido ir sentado en las escaleras del autobús. Ese día el autobús iba demasiado lleno incluso para eso. Y encima se estaba mareando. Cuando llegara vomitaría seguro.

El hombre que no tenía nada tenía familia, y además le querían y ayudaban cuando lo necesitaba. O lo que es lo mismo, no tenía nada. No tenía resentimiento contra su familia por el desprecio, ni tampoco tenía ese sentimiento de cariño que surge de ser parte de ellos. No tenía familiaridad, ni risas cómplices.

Al bajar del autobús fue al servicio a lavarse la cara para despejarse, y, de paso, vomitó. No era un buen día. "Pocas cosas más me pueden salir mal" se dijo mirándose al espejo. Justo en ese momento resbaló y se golpeó la frente con el borde del aseo. Desafortunadamente, no sufrió daños graves y salió del servicio. Fue hacia clase, riéndose.

El hombre que no tenía nada tenía un futuro. O lo que es lo mismo, no tenía nada. No tenía motivos para rebelarse, ni tenía el mundo a sus pies. No tenía presente, ya que lo ahorraba para el futuro, ni pasado, ya que lo había derrochado.

Al llegar a clase se dio cuenta de que sangraba. No había dejado de reírse desde que había salido del servicio. Paró de golpe. "Qué extraño" pensó, "tengo sangre". Y empezó a reírse de nuevo, con más ganas que antes.

El hombre que no tenía nada tenía valor. O lo que es lo mismo, no tenía nada. No tenía la cobardía suficiente para dejar atrás sus problemas con la solución que propuso Shakespeare en Hamlet, ni tenía la estupidez necesaria para seguir viviendo. No tenía piel de héroe ni alma de sabio.

No tenía nada. Y estaba muerto porque no tenía vida que vivir. Muerto en vida. Porque no tenía nada.

Ser o no ser. Esa es la reflexión.

jueves, mayo 26, 2005

Paranoico

Este post y los dos anteriores son el comienzo de una historia más larga que tengo en mente titulada Noches de Locura (título provisional, incluso a mí me parece una mierda de título). A algunos os sonarán, pero tenía que subirlos.
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-Ey, tío, ¿sabías que los fuegos artificiales los inventaron los ingleses y los alemanes en un trabajo conjunto en los años 40?
-¡Pero qué dices! ¡Los fuegos artificiales los inventaron los chinos en el siglo VI!
-Bueno, esos no eran de verdad, los verdaderos fuegos artificiales los inventaron los alemanes de la Luftwaffe en Londres. ¡Los ingleses se morían por verlos!
-Eres un sádico.
-¡Bien por Hitler, que inventó los fuegos artificiales de la era moderna!
-¿Sabes qué es lo peor? Que cualquiera que no te conozca pensaría que hablas en serio.
-Y hablo en serio. ¿Cuando has visto que no hable yo en serio? Soy una persona seria. Mira, esa explosión parece la cabeza de Churchill.
-¿Te habían dicho alguna vez que eres un auténtico idiota?
-Qué curioso. Mi madre me preguntó lo mismo esta mañana.
-¿Y qué le contestaste?
-Que era curioso, porque mi novia me había preguntado lo mismo la noche anterior.
-No hay forma de hablar contigo.
-En eso te equivocas. Se puede hablar conmigo perfectamente. Lo que pasa es que tú esperas que yo te responda coherentemente.
-Paso de ti.
-Si fuera cierto, no me lo dirías.

Niños

Muchos niños piensan que hay “cosas” en la oscuridad de su cuarto. A los veintiún años he tenido tiempo más que de sobra para comprobarlo. Estoy seguro de que hay “cosas” en la oscuridad de mi cuarto. Es más, no puedo entender a esa gente que dice que en la oscuridad no hay nada que temer. Claro que hay cosas en la oscuridad, las veo cuando está encendida la luz. Hay mesas, sillas, lámparas... Y todas esperando la oportunidad de abalanzarse contra mí. ¿Que me levanto al servicio? Las sillas, que son dos, se convierten en siete y se tiran ante mí para que me caiga, y así la lámpara de pie, que debería estar en la esquina pero siempre está en medio, tiene camino libre para caerse por voluntad propia y dejarme inconsciente. Cuatro veces ya. Y la malvada almohada, en cuando te distraes y la sueltas, se enreda con las mantas y se lanza contra tu cara para ahogarte. Dos veces.

También existen los monstruos, cuyo hábitat natural suele ser el armario o la zona de debajo de la cama, aunque ambos grupos se llevan muy mal desde que un grupo incontrolado de debajitos puso una bomba fétida en un armario. Desde entonces ni se prestan monedas para la maquina de café ni nada de nada. El de mi habitación es de los del armario y se llama Destruyeydevora González López, Dedé para los amigos. Su madre era una monstruo de alta alcurnia y su padre una marsopa, lo que hace su aspecto aterrador y que la gente le mire por la calle y se ría de él.

Me llevo bien con Dedé. Es un buen compañero de habitación. A veces, en mitad de la noche, Dedé empieza a gritar: “¡Cuidado, cuidado!¡Que la mesilla de tu izquierda te ataca!¡Deja de rodar hacia ese lado, que te vas a abrir la cabeza!”. E, indefectiblemente, no dejo de rodar hacia ese lado y me abro la cabeza. Siete veces ya. La última fueron doce puntos de sutura. Pero hay que reconocer que Dedé lo intenta.

Se lo presenté a mi padre. Me hizo caso durante casi veinte segundos, tiempo suficiente para, tras cerciorarse de que de veras yo era su hijo (tuve que sacar el carné de identidad) preguntar: “¿Debo archivarlo en mi cerebro como monstruosidad salida del infierno o como amigo de mi hijo?” “Como ambas cosas, papá”, respondí. “Ah, entonces como los amigos de Paco”. Paco es mi hermano mayor, que es jevi.

El anterior psicólogo decía que Dedé no existía, que era un amigo imaginario que yo me había inventado y que tenía que madurar y dejar de creer en cuentos de hadas. Así que, en cuanto llegué a casa se lo dije a Dedé, pero no se tomó muy bien lo de no existir. Fue a la consulta, se comió a la secretaria y dos ficus que había para adornar y le dijo al psicólogo que no me metiera ideas raras en la cabeza. Desde entonces yo tengo otro psicólogo y el anterior está en un centro, ingresado, mientras otros psicólogos le dicen que Dedé no existe.

La única pega de convivir con Dedé es que deja los huesos roídos de sus víctimas en el suelo del armario, así que como un día me ponga a buscar los patines voy a ir jodido entre calaveras, fémures y costillas. Pero bueno, nada que no me pasara ya cuando compartía habitación con Paco, que es jugador de rol.

Intento de Suicidio

"Maldita sea" dijo para sí.

Esta vez la cosa se le había ido de las manos. No debería haber metido los genitales en la batidora. Era, con diferencia, el intento de suicidio más chorra del último año. Incluso más que la vez que intentó cortarse las venas con una hoja de papel de la Biblia. El libro de Job, para ser exactos. Aunque más o menos este último intento se encuadraría en la misma clase de cuando se metió en el ano un petardo de carpintero.

El fallo era el hecho de que la batidora era demasiado profunda como para que pudiera llegar hasta las cuchillas, y lo único que había conseguido era un doloroso pero ni por casualidad mortal corte en la punta del capullo.

Y además el maldito corte no dejaba de sangrar. No demasiado, claro. Estaba seguro que no se desangraría, pero no podía subirse los calzoncillos. Lo había intentado, pero era asqueroso. La sangre le formaba grumos en los pelos y empapaba la tela del gallumbo. Y escocía el cortecito, vaya si escocía.

Sopesando sus posibilidades, se dio cuenta de que una tirita no bastaría para detener la hemorragia, así que decidió llamar de nuevo a la ambulancia.

Cuando llegaron los chicos de la cruz roja les saludó por sus nombres. Al fin y al cabo, después de tanto tiempo de relación, te acabas llevando bien. Aunque lo que más le unió a ellos fue lo del petardo. Sin duda. Que dos tíos te lleven al hospital con el ano reventado y echando humo une de verdad.

Cuando les abrió la puerta y vieron que no llevaba pantalones y sangraba de la punta del pene se quedaron blancos. Siempre era lo mismo. Desde la vez que lo intentó lanzándose por la ventana (a pesar de vivir en un primer piso) siempre habían venido los mismos chicos a atenderle. Bueno, no siempre los mismos, eran estos o sino el chico bajito y el otro, el que parecía muy joven. Pero con esos no tenía tanta confianza.

Le caían bien. A las que no soportaba era a las enfermeras del hospital. "Menudas perras" pensaba para él. Siempre se reían de él, ni siquiera se guardaban de que no las viese.

Le llevaron a la ambulancia e intentaron parar el pequeño torrente de sangre con gasas al menos lo suficiente para llevarlo al hospital sin que todo se pusiera hecho un asco. Daba igual. Todo se puso hecho un asco igualmente.

Lo peor sería cuando sus padres se enteraran. Porque una cosa era tener un hijo suicida y otra muy distinta tener un hijo gilipollas. No tonto, no; gilipollas. Y limpiar la batidora. Bueno. Al menos eso sería divertido.

jueves, marzo 17, 2005

Manifiesto del Buitre

1.- La vida es una broma. El que no se ría es que no ha pillado el chiste.
2.- No me río de ti, me río contigo (aunque tú no te rías).
3.- Si me río de ti, ríe conmigo. Si te ríes de mí, reiré contigo.
4.- Soy un buitre, soy omnívoro. Me río de todo.
5.- No existe lo sagrado ni lo maldito. Todo es bueno para una broma.
6.- Cuando me pase, dímelo, me corregiré. Si te ofendes es culpa tuya.
7.- No soy insensible, el buitre no come de una herida sangrante.
8.- Todo el mundo es buitre en algún momento de su vida. Date tiempo.
9.- Las réplicas, por favor, ingeniosas. Para oir “y tú más” ya tengo sobrinos pequeños.
10.- No malinterpretes mis palabras, las bromas sólo son bromas.
11.- Yo digo muchas cosas. Que me creas es cosa tuya.
12.- A veces digo lo que pienso, otras sólo intento molestar. Aprende a distinguirlas. Yo no voy a cambiar.
13.- Si te duele lo que digo, dímelo. Si no me lo dices, supondré que no te duele.
14.- Yo no maté a Kennedy, pero ahora que lo dices, sé un chiste muy bueno sobre eso.
15.- El mundo no se merece una segunda mirada si no es para reírse de él. Y tengo toda una vida por delante.
16.- Hay gente que da material de sobra para reírse. Tú, seas quien seas, eres uno de ellos. Yo soy otro.
17.- Si no sabes que estoy haciendo, da por sentado que me estoy riendo de ti. Si no lo estoy haciendo, seguramente lo haré después.
18.- Ríete de la vida o ella se reirá de ti. Y lo tendrás merecido.
19.- Nunca me río a tu espalda. Si hablo en serio, te lo diré a la cara, si bromeo, ¿qué más me da que lo sepas?
20.- Ríete de mi broma, el siguiente blanco eres tú.

miércoles, marzo 16, 2005

Yo Estuve Allí

Yo estuve allí. Palanthas, Minas Tirith, Arrakis, la escuela de batalla, Trántor, Melniboné, Ank-Morpork, Menzoberranzan.

Yo estuve allí. Luche y morí, corrí, reí, bebí, escuché, comprendí e hice amigos para toda la vida. Me alegré con ellos o lloré con ellos, pero siempre con ellos.

Raistlin, Aragorn, Paul, Ender, el Mulo, Elric, Rincewind, Drizzt. Parte de mi vida, parte de mí. Cada uno me enseñó algo, cada uno a su manera era especial.

Esto es algo que nadie me quitará jamás.

Cuando alguien me pregunta porque me gusta tanto leer, yo sonrío. Esas personas jamás comprenderán que yo no leo, sino que viajo. Y al viajar conozco gente, gente que se marca en mi mente y no desaparece, que vivirá mucho más que él o yo. Gente de verdad, no sueños fugaces como nosotros. Esas personas jamás verán las torres de hechicería ni las llanuras de Rohan. No correrán por las arenas de Dune junto a los fedaykin, ni jugarán a la bebida del gigante mientras el jefe de batallón hace planes para la siguiente simulación de combate, no sentirán la magnitud de los campos de metal ni entrarán en la universidad invisible, no verán una gran oscuridad de estalactitas y estalagmitas.

Cuando escribes sobre lo que sientes, no puedes entrar tanto como quisieras. Al fin y al cabo, debes resultar comprensible. Por ello no os presento a muchos de mis amigos, porque en todo libro los encuentras, Linar o Garion, Cornelius, Bran, Simón, Simkin, Haplo, Atrus, Hazel...

¿La vida real? Esto es la vida real.

Mitología, Conversación Primera

-Ya te lo he dicho, Ulises, jamás permitiré que ese barco entre en el puerto de Troya si no juras.
-Maldito seas, ¿vas a dejar que muera más gente por tu asqueroso orgullo?
-Lo mismo podría preguntarte yo a ti. Te recuerdo que fuiste tú el que empezó nuestra disputa. Y no estoy acostumbrado a ceder ante mortales.
-Sabes que no es orgullo.
-¿Y qué me dices de tu mujer? Ella te está esperando aún en Ítaca. Y se que aún la quieres, Afrodita me lo ha dicho.
-Por supuesto que la quiero. Penélope es mi reina. Pero llevo diez años sin verla, diez largos años sólo. Ella es mi guerrera, mi compañera.
-¡Pues que sea sólo eso! Deja de pasar las noches con ella, deja que venga a mí, y volverás a casa.
-¡Ella no te quiere! Sabes que le encantaría saquear tus templos y matar a tus vírgenes. ¿Porqué crees que va a cambiar de opinión?
-¡Porque no tiene otra opción! ¡Porque soy un dios, maldita sea!
Sus miradas se cruzaron por largo rato. Poseidón, bello, altivo, inmutable. Ulises, barba entrecana mal recortada, que fue negra en la plena juventud, ropa andrajosa pero claramente rica, destrozada por la lucha, ojos oscuros y hundidos. Y en el fondo, dos puntos brillantes. De repente empezó a reír.
-Jajaja, no conoces a Anaucäa. Muy bien, juro. Pero no puedo hablar por ella. Juro que dejaré que vaya a ti si así lo quiere, juro que no la volveré a buscar entre mis sábanas, que será amiga, compañera, hermana de armas. Veremos que dice ella de esto.

viernes, marzo 04, 2005

El Sueño de un Mago

Crucé la puerta de mi habitación, una puerta que antes no estaba. Al otro lado, a mis pies enmarcado por la luz que se escapaba de mi habitación, un campo de verde hierba oleaba bajo la brisa. La noche allí era suave y estrellada; como seda negra me acogía y me llamaba cariñosamente. No se veía la luna por ninguna parte, pero el brillo de la noche era intenso, y supe que, estuviera donde estuviese, estaría casi llena. Allí donde no llegaba la luz que salía de la puerta, veía el amoroso reflejo de la luna en las vigorosas briznas de hierba. Las estrellas parecían sonreírme, y yo les sonreí a ellas. La Vía Láctea, o algo parecido a la Vía Láctea pero más intenso, brillaba en lo alto. Mi corazón estaba en paz.

En el centro de la verde pradera había una pequeña colinita, un simple terruño, poco más, y en lo alto de esa colinita un enorme árbol. Era un roble. Yo no sé nada de árboles, difícilmente distingo unos de otros, pero estoy seguro de que era un roble. Enorme, bello, frondoso. Solo el roble se veía en la vasta llanura ondulante, en el inmenso mar de oscura majestad. Ninguna montaña a lo lejos, ninguna casa. Ningún árbol más ni desnivel alguno. Solo el roble en su pequeño montículo, hierba verde, oscuridad y las estrellas. Y la brisa me acariciaba, descalzo y con el torso desnudo, súbitamente levantado de la cama.

Me acerqué al grandioso árbol, y allí vi, al acercarme, una pequeña silueta entre sus raíces, a un metro aproximado del mismo tronco. Seguí acercándome, pues no tenía miedo, estaba en mi lugar de poder. Unos metros alrededor del gran árbol, unos tres metros, no estaban cubiertos de verde hierba, solo tierra desnuda. Pero incluso esta tierra se veía llena de vida, irradiaba sensación de felicidad. Y, allí, en esa pequeña corona marrón del montículo del que nacía mi bellísimo árbol, había un pequeño enano, barbudo y fornido, elegantemente vestido, con ropajes rojos de mercader, con un sombrero de ala ancha emplumado calado a la cabeza, arrodillado y concentrado en algo que yo no podía ver.

Me acerqué hasta casi tocarle, y él ni siquiera se giró a mirarme. Me incliné entonces ligeramente por encima de su hombro y miré en que estaba concentrado aquel hombrecillo, movido por mi curiosidad. Era un puzzle casi acabado, solo faltaba colocar la última pieza.

Suavemente el enano se giró y, con el ceño fruncido, me dijo: “¿Puedes ayudarme? No sé acabarlo”. Mientras hablaba su expresión mutó en un amable gesto de leve desesperación. Y supe que era verdad que no sabía acabarlo.

Me agaché y recogí la pieza suelta, y la coloqué en su lugar. El enano sonrió con su ancha y barbuda cara y dijo: ”Gracias”. Y yo le sonreí.

Levanté la vista al cielo. Las estrellas, con una suave aureola azul, había formado el dibujo de una calmada mujer, el pelo cayendo sobre sus hombros y corriendo después hacia atrás en una innatural línea recta. Era bella, bellísima, como nada humano puede ser. No me hizo sentir amor, me hizo sentir arte.

Junto a mí, el enano dijo: “Es hermosa, ¿eh? Es una diosa”. Con la boca abierta le miré y vi que miraba el mismo cielo que yo. Me volví a mirar de nuevo el cielo sabiendo que, sin duda, era verdad.

martes, febrero 08, 2005

La Tristeza del que Crea.

Hoy estoy triste. Hoy he estado escribiendo algo que no me gusta, algo que odio, he escrito la muerte de un personaje del que me siento cercano. Me ha quedado bien.

Cuando creas pones algo de ti en lo que haces. Así, cuando narras una muerte, algo de ti muere también, cuando esbozas una historia algo de ti pasa a ser ella.

Por eso lo entiendo. JMS lucha por él mismo, no lucha por algo que le gusta. Yo, nosotros, podemos luchar también, pero no será lo mismo. Es parte de nosotros, pero es real, es auténtico para él. Es él.

Imaginad que creáis algo excepcional. Imaginad que es increíble, que habéis puesto todo, que la gente lo adora, que todo el increíble esfuerzo, la paciencia y el pedacito de corazón que habéis dejado pegado en una esquina ha valido la pena.

Imaginad ahora que vienen unos tíos y empiezan a cambiarlo, a convertirlo en más de lo mismo, a hacer que lo excepcional se convierta en vulgar. Y, de paso, arrancan lo que pueden del corazón de la esquinita.

Imaginad que aguantáis, que seguís adelante porque, al menos, hay un cachito todavía de vosotros en ello, aunque intenten evitarlo.

Y ahora imaginad que podéis decir que no, que lo que está es lo que es.

NO AL RECASTING DE BABILON 5.

domingo, febrero 06, 2005

Gracias, señoras y caballeros.

Gracias.

Gracias a la Pantera Doméstica, porque, de vez en cuando, me escucha, porque está ahí para mi, porque es mi apoyo y mi sustento.

Gracias al Faraón, porque puedo confiar en él.

Gracias al Samurai Solitario, porque siempre es interesante.

Gracias a Hamtara, porque sigue siendo inocente, porque no teme equivocarse.

Gracias a la Mascotita Electrónica, porque sonríe.

Gracias al Negro Más Negro, porque me hace reir.

Gracias a la Pervertidilla, porque no hay persona más santa.

Gracias a la Enderiana, porque, en realidad, aunque intente disimularlo, es buena persona.

Gracias a la Viajera Argentina, porque ha encontrado un sitio con nosotros.

Gracias al Ladrón de Guante Blanco y sus compinches, porque son jóvenes e inteligentes, lo que un día fui yo.

Gracias al Filósofo Riojano, porque ha estado conmigo a las duras y a las maduras.

Gracias al Extraterrestre Greñudo, porque es mi compañero.

Gracias a la Gran Pucelana, porque el tiempo y la distancia no merman la amistad.

Gracias a los demás, a los que no nombro pero me gustaría nombrar. Gracias.

viernes, febrero 04, 2005

Los héroes van al infierno

La gente cree que los héroes van al cielo, que sus nobles actos les redimen. Nada más lejos de la realidad.

Los héroes que conocemos no suelen ser más que cabrones demasiado inteligentes, que son capaces de engañar a la gente y que les tengan en un altar. Suelen ser figuras carismáticas, o se les da ese aspecto. Sus enemigos muy a menudo tienen razón, pero es tan fácil pervertir una causa y convertirla en lo contrario de lo que es que resulta abrumador.

Unas veces no son ellos mismos los que se hacen héroes. Por ejemplo, cogemos alguna figura de “héroe rebelde”. Si pasas por alto que era un asesino y le encantaba matar, que hacía ejecutar a todos sus prisioneros y devastaba aldeas completas y se reía mientras tanto, el genocida era valiente y luchaba por una causa en la que creía. Entregó la vida por esa causa. Claro, eso si no cuentas que en realidad fue ajusticiado como criminal de guerra. Pero le mataron sus enemigos. Obviemos los aspectos negativos, que desaparezcan perdidos en un mar de mentiras, rumores y mitos. Y así ya tenemos un símbolo para nuestra causa, sea justa o no.

Otras veces sí se hacen héroes ellos mismos. El victimismo, la política y (como hace no mucho me recordaron) el cinismo son las armas que forjan al héroe. Y la mentira, claro. Esa gran aliada cuando no te importa más que tu propio trasero.

Pero sea una cosa o la otra, los héroes no son héroes. No existen los héroes. Son los padres.

Renacimiento

Esta palabra es increíble.

Define un momento de transición, un momento en el que las cosas cambian para mejor. Sí, para mejor, pues si cambian pero no es para mejor entonces es oscurantismo. Cambios radicales, totales, el ave fénix destruyéndose a si misma y resurgiendo de sus cenizas. Una nueva etapa. Un ciclo muerto y enterrado tras un tiempo de agonía y otro vivo y naciente, que espera sus mejores momentos.

Históricamente, es el periodo que cierra la edad media, que empezó a abrir las puertas de la gloria a la gente de valía. Ya no contaba quién eres, contaba cómo eres. Cierto, esto no cristalizó aún en esta etapa, todavía no ha cristalizado hoy en día del todo. Pero marcó lo que vendría más tarde en Francia (libertad, igualdad, fraternidad). Y dió a Leonardo, Galileo, Kepler...

La expresión "hombre del Renacimiento" sigue aplicándose a aquellos cuyo interés por todo les lleva a disfrutar de todos los conocimientos posibles. No "aprendiz de todo, maestro de nada", más bien "aprendiz de todo, maestro de varias cosas".

Estos últimos meses estoy viviendo mi renacimiento. En todos los sentidos. Mi vida cambia, para mejor. Dejo atrás etapas que estaban muertas pero no enterradas, busco mi valía, busco "libertad, igualdad, fraternidad" (y algo que no decían los franceses entonces, justicia) y a menudo la encuentro. Y todavía no he perdido la ilusión de conocer.

Lástima que tanta gente siga con su mentalidad pre-Renacentista.

jueves, febrero 03, 2005

Comienza la magia.

Viendo que todo el mundo ha decidido abrir blogs, pues me apunto. Así podré poner aquí las cosas que me apetezca poner, y como esta dirección se la voy a dar solo a la mujergata y alguna persona más, espero que por un tiempo no tendré que contenerme. Está claro que más adelante todo el mundo se acabará enterando, pero bueno. Mientras tanto, la estrella mostrará el camino que este mago sigue.

Si lees esto, eres bienvenido.