miércoles, febrero 01, 2006

De Genialidades y Otras Efemérides

Hace unos días vi el cartel anunciando el último libro aparecido hasta el momento de la saga, en castellano. Y he de decir que estoy muy contento con el trabajo realizado por nuestros genios españoles del marketing, que son cool and smart que te cagas to´pa´down.

Por supuesto, no sé cómo no se me ocurrió antes, un título como “Harry Potter and The Half-Blood Prince”, cuya traducción literal al castellano es “Harry Potter y el Príncipe Mestizo”, es absolutamente incorrecto políticamente hablando, así que, necesariamente, había que cambiarlo. Que le den por saco a la autora y a los fans, que le den por saco a la corrección de publicación de la obra, que le den por saco a todo mientras tengamos la posibilidad de ganar más pasta. Como ya ha demostrado el cine, cambiar el nombre de las obras no solo es productivo, sino que, además, es divertido. Solo hay que fijarse en lo bien que se lo pasan los frikis poniendo a parir que se haga. Si es que son unos cachondos.

Un título con la palabra “mestizo” no sería correcto, así que tras probar con “Harry Potter y el Príncipe Igual Que los Demás Porque en el Fondo Todos Somos Personas y No Hay que Marginar a Nadie por Ser Diferente que Eso Está Muy Mal y Seguro que Es Muy Majo Pero Nadie le Da Una Oportunidad Aunque que Quede Claro que Este Libro No Trata de Racismo Ni Nada de Eso que Es Para Niños y Luego No Hay Manera de Venderlo”, pensaron que tal vez un título más corto estaría mejor. Lo llamaron “H”.

Pero esto tampoco les convenció, así que decidieron castellanizarlo, usando una de las palabras sacadas del “Índice Mágico de Palabras Para Títulos de Películas de Serie B”. Primero les salió “noche”: “Harry Potter y el Príncipe de la Noche”. Pero pensaron que esto ya se parecía a un crossover con Batman, y como no habían invitado ni a Tim Burton ni a Christopher Nolan, lo desecharon.

Ahora bien, después les salió “misterio” en la tirada aleatoria. “¡Misterio! ¡Cómo no se nos había ocurrido antes! ¡A todo el mundo le gustan los misterios!” pensaron. Y dicho y hecho. “Harry Potter y el Príncipe Mestizo” se convirtió en “Harry Potter y el Misterio del Príncipe”.

Por este magnífico motivo alabo y laureo y ensalzo y escarolo (¿escarolo? Sí, escarolo, si total ya da igual lo que diga) a los alabados y laureados y ensalzados y escarolados editores de la versión castellana (no te repites ni ná, macho, poco original que eres).

Sin embargo (siempre hay uno de estos, ¿eh? Como molestan los "sinembargos") creo yo podría haber aportado algunas ideas interesantes a tan magna tarea de cambio nominal. Dicho y hecho, presento algunas de mis opciones.

-“Harry Potter y el Príncipe Gitano”, así podríamos hacer una versión cantada por Lolita y sacarla en cd.

-“Harry Potter y la Final de la Champions”, porque, seamos sinceros, esto de la literatura no atrae, hablemos de fútbol.

-“Harry Potter y el Misterio Nocturno Secreto en la Noche”, que el “Índice Mágico de Palabras Para Títulos de Películas de Serie B” da un juego que te cagas.

-“Parque Jurásico de las Galaxias y Terminador Trek”, así, como quien no quiere la cosa, nos aprovechamos de la fama de otros. Lalala, yo no he sido, ha sido casualidad…

-Y, para terminar, no por falta de ideas sino de ganas de exponerlas, la que más me convence a mí: “Javier Gómez y la Tortilla de Patata”. Sí, ya sé que la tortilla de patata no tiene nada que ver, pero para saberlo tienes que haberte comprado el libro, y después de eso me la trae floja lo que digas. Además, de esta manera nos acercamos más a la cultura castiza y española de toda la vida, lo que hace que el lector se sienta más cómodo (porque es gilipollas) y lo compre más a gusto (porque es gilipollas). Al castellanizar el nombre los niños se sentirán más identificados y cercanos (porque son gilipollas) y, haciendo unos retoques allí y aquí podemos conseguir que los padres (exacto, los gilipollas) se lo compren a sus hijos con más ganas y todo.

Además esto nos abre las puestas para otras castellanizaciones como Herminia Ortiz (Hermione Granger en el original) o el tan cercano y querido Ronaldo Beckham (Por Ron Weasley. Le dejamos un apellido inglés para que se vea nuestro espíritu pluricultural, pero no el mismo que tenía, que se malacostumbran. Nada, el de un conocido genio intelectual héroe de masas), o incluso Gundenmaro (por Dumbledore).

Habrá que investigarlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

diox como me he reido, me encantan estas críticas tan "sutiles" y aunque estoy totalmente de acuerdo contigo creo que txonty tienen razón, esto no es nuevo en este nuestro país de intelectuales.

Anónimo dijo...

He de decir que yo también me he reído mucho xD, eres idóneo para criticar.

Lo de Harry Potter lo vi hace tiempo en una tienda al lado de mi instituto, y me quedé CLoNK.

Pero bueno, como han dicho, esto ocurre con varias cosas; y todavía no entiendo qué ganan jodiéndola de esa manera.




Namuri