sábado, noviembre 12, 2005

No, no hablo de...

Érase que se era un excelso soberano cuyo soberbio sino significaría sueños, cuya esencia y destino perdurarían siglos. Sería marco y ejemplo, espejo de caballería.

Y érase asimismo un tranquilo hechicero, versado en saberes, tanto sublimes como sombríos, poderoso y, sin embargo, apasionado. Sabio entre sabios, era un soñador.

Cada uno tuvo su historia, y ambas fueron en realidad una. Pues cuando poder y honor, saber y amor se unen, surge la leyenda.

No, no hablo de Arturo, no hablo de Merlín. No. Hablo de mí. Y de ti.

3 comentarios:

mujergata dijo...

Cuando escribes cosas así no sé que poner, salvo que me gusta. Pero no sé expresarlo de manera que no quede ensombrencido por la belleza de tus palabras, así que dire simplemente que me gusta. ^^

mujergata dijo...

Yo lo he entendido como alo en general, no algo concreto. un texto bonito, cuidado que habla de las personas, no de unas personas. Aunque también puede ser que no me empane xDDD

Anónimo dijo...

No, no, Ozi, como dice mi pequeña pantera no es más que una reflexión sobre el alma humana, sobre la amistad, sobre como somos y como nos mostramos y sobre lo que podemos conseguir. No hablo de nadie en particular.

Sin embargo, hay algunas personas con la que siento esa afinidad, la del saber y la fuerza, el respeto y el orgullo. Supongo que sabéis quienes sois.

El Mago:*