- Bueno, ya tengo sus medidas, ¿de qué tela quiere el traje?
- Pues había pensado en una tela de honestidad y justicia para chaqueta y pantalones, y la camisa de bondad y rectitud. La corbata, por supuesto, sería de pura honradez natural.
- Por supuesto. ¿Quiere que los cosa con hilo de valentía? Le da un aspecto más poderoso al traje. Y los botones pueden ser de patriotismo, que, aunque es un metal barato, siempre luce.
- Sí, sí, me gusta. Además así lucirán con más brillo los gemelos que me regaló mi mujer. Son de verdadera solidaridad, ¿sabe?
- Bien, pues lo tendrá en una semana. Pero ya sabe que estos trajes pican, y no suelen ser muy cómodos, ¿verdad?
- Tranquilo, siempre llevo calzoncillos de cobardía y egolatría, y camiseta interior de egoísmo y maldad.
- Bien entonces. Pase la próxima semana.
- Gracias. Adiós.
- Adiós.
- Maestro, ¿se ha ido?
- Sí, se ha ido. Vamos, aprendiz, hay trabajo que hacer. ¿Sabes, niño? A veces odio ser periodista.
- Pues como sastre es usted el mejor.
- Lo sé. Una pena.
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7 comentarios:
Me ha gustado aunque he de reconocer que al comenzar a leerlo me ha recordado al cuento del rey que salió antes sus subditos en pelotilla picá. Y al terminar de leerlo no sé porque , pero me ha venido a la mente la imagen de Nathan Petreli (Heroes).
Un saludo.
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Ay... qué fácil es disfrazar y maquillar la realidad. Y más triste aún, que no queramos verla y aparentemente no nos importe.
opino lo mismo que morwen.
Cuando la verdad se oculta tras velos de mentiras, solo los periodistas pueden sacarla a la luz. ¿Qué se puede hacer cuando los periodistas se convierten en los hiladores de las sedas que cubren lo que es cierto?
El Mago:*
Prefiero el traje del emperador... al menos ves de que está hecho...
Una pregunta
¿Si la tele matara lo pondrias en el noticiaro de las 3?.
Para nuestra eterna desgracia la mayoria de la gente pefiere el drecho a ver que el del saber
yo solo puedo decir una cosa:
JAJAJA
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